.::Próxima Edición Nº 25 | ABRIL - MAYO 2011::.

Dique La Quebrada

La deforestación provocada por los incendios, la tala indiscriminada y el sobre-pastoreo, entre otras razones, ponen en peligro la subsistencia de la reserva. De no tomar conciencia, entre todos, asistiremos en un corto plazo a su desintegración, con consecuencias económicas y sociales que nos afectan a todos.


La Reserva Hídrica y Parque Natural de La Quebrada fue creada en 1987, a través de los Decretos Ley 5620/87 y 3261/89, con el objetivo de preservar la cuenca de alimentación del dique.Tiene una superficie de 4.200 hectáreas y su altura sobre el nivel del mar oscila entre 800 metros a 1.350 metros aproximadamente. Esta ubicada a 7 km de la ciudad de Río Ceballos.
La Quebrada es un dique construido para abastecer de agua potable a nuestra ciudad y las localidades vecinas. Su embalse, de tamaño pequeño en relación a otros de la provincia, esta sujeto a uso turístico-recreativo y su cuenca a uso agropecuario principalmente.Una pequeña cuenca como ésta tiene reducidas posibilidades de absorber los impactos negativos de la actividad humana, razón por la que se hace necesario adecuar las actividades a los requerimientos ambientales de la cuenca y el embalse, de manera de lograr un aprovechamiento sostenido de sus recursos, principalmente el hídrico.

Objetivos de su creación:
-Asegurar la provisión de agua al embalse en cantidad y calidad adecuada.-Prevenir la contaminación del recurso hídrico, tanto en la cuenca como en el embalse.
-Controlar la erosión y sedimentación en toda la reserva.
-Proteger la vegetación natural, la fauna silvestre y el paisaje en su conjunto.
-Promover actividades de conservación, educación ambiental, investigación y seguimiento de procesos en el ambiente y sus recursos.

Cuenca del lago La Quebrada
La cuenca del dique La Quebrada, tiene una extensión de 42 hectáreas, desarrollada sobre la ladera oriental de las Sierras Chicas de Córdoba.Ella puede dividirse esquemáticamente en dos zonas:
Zona 1: corresponde a la parte más alta y occidental de la cuenca, entre los 1.000 y 2.000 metros sobre el nivel del mar. Se caracteriza por tener un relieve moderado a suave. Está constituida por rocas del basamento, gneises, esquistos y algunas intrusiones de rocas graníticas. En amplios sectores, sobre las citadas rocas se depositaron sedimentos loéssicos, en forma de manto que alisaron el relieve. Se trata de colinas suaves con laderas rectas y/o convexas unidas a través de valles amplios de fondo plano resultado de la acumulación de material coluvial y loess.Sobre estos sedimentos se ha generado un suelo bastante bien desarrollado, que permite algunos cultivos en los valles y principalmente la explotación de pasturas para ganadería. La vegetación de esta unidad esta representada básicamente de pastizal y arbustos de altura, con algunos árboles aislados (molles y cocos).Esta zona ha sido sometida a fuegos periódicos y a sobrecarga ganadera, por lo que se evidencian importantes procesos de erosión en cárcavas, especialmente en el fondo de los valles.
Zona 2: está a una altitud de entre los 700 y 1.000 metros sobre el nivel del mar. Se caracteriza por presentar relieves moderados a abruptos. Está también conformada por rocas del basamento, con una delgada cubierta de suelos que disminuye con el aumento de la pendiente. Se trata de cerros con laderas rectas, con importantes áreas de afloramientos rocosos y escaso desarrollo de suelos.La vegetación está constituida por arbustos y bosque serrano, que se desarrollan en los sectores protegidos dentro de las quebradas y valles más profundos.Esta zona se explota turísticamente, y en menor proporción hay actividad ganadera (caprinos). Se ve afectada por la extracción de plantas (helechos y aromáticas), y la acumulación de basura por el intenso tránsito de turistas.

La deforestación y sus consecuencias
El problema general de la cuenca es la deforestación provocada por los incendios, la tala indiscriminada y el sobre-pastoreo. La pérdida de la cubierta vegetal es la principal causa del deterioro ambiental. El agua de lluvia que no es interceptada por la cada vez mas escasa vegetación, impacta directamente sobre el suelo, e inmediatamente, debido a las altas pendientes, se encauza disminuyendo de esta manera las posibilidades de infiltración. Esto provoca un aumento de los torrentes y una disminución en la alimentación de las aguas subterráneas. Por esta razón, se nota una mayor escorrentía en las épocas estivales, y menor en las invernales. Esta progresiva desertificación de la cuenca provoca una notable asimetría en el comportamiento hídrico de la cuenca, que se hace cada vez más notable con el paso del tiempo.

Erosión hídrica
De no mediar un manejo integrado de la cuenca, la erosión hídrica irá en aumento y el material erosionado terminará indefectiblemente en el fondo del lago, acelerando el proceso de colmatación (1).Los ríos por su parte no podrán mantener su caudal de base durante la estación seca y como contrapartida aumentará el peligro de crecidas extraordinarias durante el período estival.En consecuencia, existe una previsible crisis en la regularidad del ciclo hidrológico en la cuenca, agravándose los efectos de las sequías invernales, provocando una disminución de la disponibilidad hídrica, en cantidad y calidad, y potenciando el efecto adverso provocado por la descarga de diferentes fuentes de contaminación: residuos aportados de las laderas incendiadas, líquidos cloacales (aportados por urbanizaciones no controladas como la de Villa Colanchanga), basura (proveniente de la actividad turística), etc.La combinación de los factores "irregularidad hídrica", "colmatación del dique" y "aporte de nutrientes", han provocado la eutroficación (2) progresiva del lago, que se evidencia a través de la floración de algas y anaerobiosis (3) en profundidad.

Impacto de los incendios
El impacto causado por el fuego en el medio ambiente genera, además de los deterioros en el medio biológico, cambios muy importantes en el medio físico y en la geografía del lugar.La combinación de factores adversos, como la falta de protección del suelo debido a la perdida de vegetación provocada por los incendios, las condiciones climáticas extremas, las fuertes pendientes, y la litología, producen un incremento en los procesos erosivos, que están evolucionando con gran rapidez.La erosión originada después de un incendio forestal, además de perjudicar al suelo y a las especies vegetales y animales que viven de él, acelera la colmatación del vaso del dique por ingreso de un mayor volumen de sedimentos.Los incendios forestales en las Sierras de Córdoba, y en particular en la Reserva Hídrica del Dique La Quebrada, son un grave problema debido a su periodicidad y a las vastas áreas que afectan.En el caso particular de la reserva, se verificó que en épocas de condiciones climáticas críticas (desde el mes de julio hasta el comienzo de las lluvias estivales), los incendios son iniciados casi exclusivamente por acción del hombre. Desde el camino ubicado al Norte de la cuenca, se propagan, favorecidos por los vientos predominantes del Norte, hacia el sector Sur, donde no existen vías de acceso para la entrada de personal de combate. Es así que las áreas afectadas abarcan una importante proporción de la Reserva, siendo el sector alto de la cuenca el más castigado.

Concientización
La conducción de la reserva en estos momentos esta a cargo del Estado provincial, que mediante la presencia de guardaparques se encarga de custodiarla y trazar acciones de control y manejo.Como medida de control es importante que se apliquen servicios de atención al visitante para concientizarlo e informarlo de los cuidados y características del territorio al que acceden.Cada año se instrumentan servicios de este tipo que dan muy buenos resultados.Desde hace varios años también se lleva a cabo un programa de concientización ambiental desarrollado en nuestra ciudad en escuelas, centros vecinales e instituciones intermedias. Gracias a esto, hoy, nuestra sociedad siente un profundo compromiso por la Reserva Natural La Quebrada.Los problemas más importantes tienen que ver con la excesiva basura, incendios y desechos cloacales que inciden directamente en el florecimiento y reproducción de las algas.En este contexto de realidad se propuso la urgente aplicación de un Plan Integral que establezca reglas claras sobre:
-El uso agrícola-ganadero de la región.
-El uso turístico de los ríos y lagos.
-El constante y desordenado avance de las construcciones en la zona de Colanchanga.
Si no logramos entre todos, actores sociales, Estado, cooperativas y vecinos, encontrar urgentes mecanismos de protección de la Reserva, asistiremos en un corto plazo a su desintegración, con consecuencias económicas y sociales de magnitud para toda la comunidad•

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